sábado, 14 de septiembre de 2013

Dar Y Recibir Energía Positiva

                                          DAR Y RECIBIR ENERGÍA POSITIVA




Todos y cada uno de nosotros siente de vez en cuando que  dependiendo con quien estemos hablando o interactuando acabamos con una sensación u otra en nuestro cuerpo y estado de animo. Hay aquellas reuniones con amigos o colegas que nos dejan realmente animados, contentos y como si hubiéramos tenido un subidón, mientras que en otras ocasiones encontrarte o hablar con alguien te deja fatal, cansado o desmotivado y no sabes ni siquiera porque o como ha podido cambiar tu animo tan drásticamente.
La explicación se encuentra en la forma que tenemos los humanos de interactuar entre nosotros. Es el proceso de intercambio energético que sucede cada vez que dos (o más personas) se encuentran.
Hayas oído hablar del aura humana, creas en ella, la hayas visto o no, el hecho es que todos y cada uno de nosotros poseemos un campo electromagnético que rodea nuestro cuerpo y que, resumidamente, es responsable de como nuestro cuerpo físico se siente y se encuentra.

Sentirse drenado, cansado y agotado al final del día, es síntoma que las relaciones, las emociones y el ambiente donde uno se ha movido, no han sido propicios ni cónsonos para la renovación de la energía vital. El ser humano, no es sólo una
estructura física hecha de moléculas, sino como todo lo demás, está compuesto por campos de
energía. Cada célula del cuerpo humano transforma y renueva su energía. Cuando hay salud, esta energía se emana hacia el espacio.
Sin embargo, hay ciertas condiciones que drenan esta energía vital. Los estados emocionales de las personas transforman la energía en positiva o negativa; de esta forma no sólo somos afectados por nuestro estado emocional, sino también por el de las personas que nos rodean. El amor, el entusiasmo, la pasión, la alegría y el agradecimiento son ejemplos de emociones que tienen la capacidad de emitir mayores niveles de energía positiva. Por el contrario el temor, la ansiedad, el odio, la envidia y la confusión emiten energía negativa que tiene el efecto de agotar no sólo a la persona que lo está sintiendo, sino también a
aquellos que lo rodean. Liebault (1100) descubrió que los humanos tenían una energía que podía reaccionar sobre la energía de otros a distancia o de cerca. Una persona puede tener un efecto sano o insano sobre otro, sólo con su presencia. El campo de energía humana de una persona puede ser armonioso o discordante con el de otro; además puede tener el efecto de nutrir a otro o por el contrario, drenar su energía. Entender esta relación entre la energía que tenemos, la energía de aquellos que nos rodean y la de nuestras emociones, es clave para poder renovarnos y volver a la esencia interna generadora de energía que está dentro de todo ser humano. Esa energía es llamada desde hace 5000 años en la India y en la China, aliento de vida, el "Prana" o el "Qi".

Estar alerta a las señales de agotamiento, cansancio y de sentirse drenado de energía es importante para poder tomar las medidas a tiempo para renovar la energía y evitar así el desequilibrio energético, tanto físico como mental, que produce con el tiempo
enfermedades. Algunas medidas que podemos implementar son:

1- Hacer ejercicio diariamente para descargar el
estrés y producir energía en las células a través
de la circulación. Este ejercicio puede ser tan
sencillo como caminar.

2- Mantenernos en contacto con la naturaleza
asegurándonos de tener matas a nuestro alrededor,
visitar sitios naturales y crear espacios de trabajo
con vistas a zonas verdes. Todo ser viviente
emana energía, es por esto que nos sentimos
renovados cuando paseamos por zonas de
mucha vegetación o cuando observamos la
naturaleza.

3- Tomar tiempo en el día y antes de acostarnos
para hacer ejercicios de respiración, meditar y
orar. Esto renueva nuestra energía poniéndonos
en contacto con la fuente de vida que es capaz
de equilibrarnos nuevamente.
4- Darnos masajes con profesionales que puedan
reequilibrar nuestro organismo a nivel físico.
Recuerden que el estrés desequilibra la columna
y los músculos obstaculizando el paso de la
energía a través de nuestro cuerpo.

5-Crear emociones positivas dentro de nosotros
como son el amor, la pasión, el agradecimiento.
Para lograr esto es necesario estar conscientes
de las cosas positivas a nuestro alrededor y dar
gracias a Dios por ellas. Señalar lo que nos
parece hermoso como una puesta del sol, un
árbol, unas flores o algo que fue construido o
creado por alguien, ayuda a crear energía
positiva en nosotros y en los que nos escuchan.
Señalar lo que sí nos gusta de otros es otra
manera de generar amor.

6- Dar. Se ha comprobado que la energía de las
personas aumenta cuando dan, es por esto que
la "ley del dar" produce automáticamente un
nivel mayor de energía en aquel que está dando.

7- Evitar personas negativas que nos hacen
sentir drenados de energía. Si tenemos
personas a nuestro alrededor, cuya energía no
es compatible con la nuestra, pero con quienes
tenemos que convivir, es importante lograr un
respeto mutuo donde las actitudes de esa
persona no nos afecten. Esto se puede lograr
subiendo la energía de uno mismo y del otro
con palabras y actos de amor, limitando las
interacciones y cuando éstas tienen que ocurrir
y drenan nuestra energía, buscar el tiempo
para meditar y recargarse.

8- Perdonar. Una de las emociones que más
baja los niveles de energía es la rabia, el odio y
la amargura que se mantienen en el organismo
debido a la falta de perdón.

9- Relacionarse con personas que te nutren.
Asistir a talleres, terapias, meditaciones,
reuniones y otras actividades que produzcan
crecimiento.

10- Consentirse con baños largos y relajantes,
libros y películas positivas, buenas conversaciones
y buenas relaciones. Entender nuestros niveles
de energía es clave para tomar las medidas
necesarias para volver a nuestra fuente interna
de energía, que es capaz de renovarnos y darnos
nuevas fuerzas. Recuerda siempre volver a la
esencia de vida pura en ti, ésta es tu energía vital.

                   
                        DIEZ MANERAS DE AUMENTAR TU ENERGÍA (click aqui)




CLASIFICACIONES DE PERSONAS Y SUS FORMAS DE ENTREGAR ENERGÍA


Dadores de Energía
Aquellas personas que por su forma de ser, carácter, personalidad, proporcionan mas energía a los demás de la que toman son los dadores de energía. Juntarte con un dador normalmente tiene el efecto de revitalizarte, animarte, sentirte cómodo, alegre, motivado y contento. Son personas llenas de vitalidad, optimismo y que rebosan alegría y fortaleza. En ciertos extremos son aquellos incluso que se convierten en sanadores, o cuyos campos electromagnéticos pueden afectar el estado de animo de mucha gente a cientos de metros de distancia. Un ejemplo podéis encontrarlo en  Amma Chi, una mujer india que va por el mundo regalando abrazos a la gente a los que les insufla un chute de amor y bienestar que no es posible explicar de forma racional. En el día a día, aquellas personas que te encuentras y que tras unos minutos de estar con ellos te están haciendo sentir bien (aunque no te des cuenta) son dadores de energía.
Tomadores de energía
Aquellas personas que absorben mas energía de la que dan, ya que la necesitan como parte de su soporte vital y no saben como obtenerla si no es a través de otras personas, son ladrones de energía. Juntarte con personas así suele hacerte sentir mas cansado por ejemplo tras una larga conversación, quizás más triste y apagado de como estabas antes de encontrarte con ella, con cierta sensación de incomodidad o incluso un pequeño vacío. El proceso de “robo energético” es muchas veces inconsciente, pero su actitud, carácter o forma de interactuar contigo esta diseñada para nutrirse de lo que pueda conseguir de nuestro campo electromagnético.
Vampiros
La clase extrema de tomadores de energía son los “vampiros”. Son personas que realmente te dejan exhausta cada vez que hablas o te encuentras con ellas. Están siempre provocando situaciones en las cuales ellos salen ganando y tu té quedas aturdido, confuso, decaído y agotado. Viven de la energía que absorben de los demás como parte de su día a día para reforzar su ser interior. Este tipo de personas suele tener su propia autoestima y seguridad por los suelos, y solo atacando a otros, directa o indirectamente, son capaces de salir adelante en su día a día. Puedes tener vampiros probablemente por todos lados: tu jefe que no deja de ponerte contra las cuerdas y en evidencia delante de otros, tu compañero/a que siempre exige constante atención en cualquier situación, tus amigos que siempre necesitan que les estés animando y cuidando de ellos, etc. Tener un vampiro en tu entorno cercano es realmente agotador y en muchos casos no somos capaces de entender porque cada día terminamos agotados nuestra jornada y deseando irnos directamente a la cama a dormir.
Rompiendo el circulo vicioso
Para salir del habito de ser el plato principal de aquellos que buscan robar la energía de otros debes en primer lugar, ser consciente de la situación. No existe intercambio energético si eres consciente de lo que esta sucediendo. Al igual que se puede enviar buenas vibraciones conscientemente, también se pueden evitar si no se quiere entrar en el juego de aquel que intenta crear
situaciones en las cuales pueda, de alguna manera, absorber tus fuerzas. Todo esto que el vampiro realiza la mayoría de las veces a nivel inconsciente, puede volverse a tu favor si cuando te encuentres en esta situación, te propones mentalmente pararla. Hay personas que se imaginan un circulo de luz a su alrededor, una protección mental, un escudo que evita que otros penetren con su campo energético en el tuyo, etc. Personalmente he comprobado que basta con ser consciente de la situación y no dirigir tu energía (pensamientos, palabras, comportamiento, respuestas) hacia la persona en la forma en que puedas quedarte/sentirte roto, triste, vacío y apagado.
Cargarte de energía
El universo es la fuente universal de energía para todos. Es ilimitada, infinita, potente, nunca se acaba. Al igual que nos nutrimos de fuerzas cuando comemos, y descansamos y nos recuperamos cuando dormimos, podemos también recargarnos cual pila enchufada a un cargador eléctrico simplemente por el deseo consciente de aceptar la energía “universal” en nosotros. Si practicas alguna técnica de meditación, relajación, yoga, etc., entenderás bien este concepto. La luz del sol, un paseo por el bosque, la conexión directa con la naturaleza, son también formas de recargarnos directamente cuando no estamos durmiendo. El solo hecho de imaginarnos un chorro de luz directo que nos recarga es parte del proceso de recuperación.
Siempre a tope
Siempre se puede revertir y mejorar nuestra energía, el poder de nuestra mente es la que nos guía, si queremos la energía negativa que nos rodea podemos convertirla en positiva, nuestra conciencia no tiene limites y expandirla o elevarla nos ayuda a nosotros y todo aquel que nos rodea. 




CON AMOR
             AmyLee Isis
                              Flor de loto...


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